el rincón del curioso/Jorge G. Boró
¿Quién da más?

En la recta final de la campaña electoral, los candidatos se han lanzado a comunicar sus últimas propuestas en todos los campos posibles, pero con una especial incidencia en la vivienda. Los candidatos que ya gobiernan ponen a la vista sus logros y lo que quieren volver a hacer si obtienen la confianza de los ciudadanos.
Los que quieren alcanzar el poder elevan sus propuestas sobre las de sus adversarios para inclinar a su favor el voto. Y, entre medias, los ciudadanos tenemos que valorar cuáles de estas propuestas nos merecen mayor confianza. Mi consejo a la hora de decidir el voto sería que se mirara no sólo el número de viviendas prometidas, sino el medio que se emplearía para hacerlas, los recursos comprometidos y la manera de obtenerlos. Los brindis al sol se suelen quedar en sólo eso, meros brindis.
En cuanto a los empresarios y profesionales del sector inmobiliario, a los que en esta campaña se les ha utilizado como elemento de crítica por situarles como principales beneficiarios de la política del Gobierno del país, su análisis a la hora de votar, junto a su criterio como ciudadano, deberán valorar cuáles de los candidatos están más capacitados para realizar una política de apoyo a la vivienda, aunque más que de apoyo de poner los mimbres que faciliten la promoción de viviendas a precios competitivos y asequibles en el mercado, mediante medidas que agilicen y disminuyan los trámites urbanísticos. Estos trámites son, en una gran parte de los casos, los verdaderos responsables del aumento del precio final de la vivienda.
Y, a partir del 25 de mayo, los equipos de gobierno que resulten elegidos deberán llevar adelante las promesas realizadas. Ahí estaremos nosotros para comprobar si es así.